YOGA@WORK

La práctica del Yoga, desde las cuevas en las que nació, ha llegado siglo tras siglo a los lugares públicos más diversos, quizás como consecuencia del interés que suscita en las personas de forma natural y exponencial, lo que ha llevado a diferentes adaptaciones de las prácticas a las rutinas muy distintas de la vida moderna.

Existen hoy entonces muchísimas escuelas e ideas diferentes sobre cómo practicar el Yoga, sin embargo sus principios fundamentales permanecen intactos, ya que residen en la misma naturaleza del ser humano.

En este marco ofrezco mi servicio y una propuesta basada en mi linaje de formación, que podría definir bastante clásico, en mi práctica personal, y en mi experiencia de yogini trabajando muchos años en oficinas. El resultado es una práctica diseñada para el entorno físico de una empresa, enfocada a brindar herramientas para superar los obstáculos físicos y mentales que puedan aparecer en el día a día laboral y para potenciar cualidades como la vitalidad, la eficacia, la creatividad, la lucidez.

Ofrecer cursos de yoga en el marco de la propia empresa puede ser un apoyo a que las personas se sientan más a gusto, lo que se suele reflejar en regalos como una mayor motivación, un estado de ánimo más positivo y una forma más serena de tomar decisiones laborales, así como una mejora de las relaciones dentro de los equipos de trabajo.

En cualquier caso este tipo de propuesta representa un valor añadido que puede mejorar la percepción del lugar de trabajo y ayudar a la imagen interior y exterior de la empresa.

YOGA ¿Qué es?

Yoga es una disciplina finalizada al autoconocimiento y centrada en la exploración de las posibilidades y de los límites propios de cada individuo. Es un camino que cualquier persona puede recorrer, y que solamente se puede emprender de forma eficaz a través de una práctica regular.

La palabra sánscrita Yoga abarca significados como “dominio del cuerpo”, “quietud perfecta de la mente”, “capacidad intrínseca de la mente para estar concentrada”, aunque literalmente significa “unión”, en el sentido más amplio de la palabra.

El Yoga es tan antiguo como el mundo, es una práctica a la que las culturas de todos los tiempos han recurrido. Erróneamente interpretado como una técnica individualista, enseña en realidad que la fuerza adquirida por el individuo se propaga naturalmente hacía todo lo que le rodea.

El Yoga es una herramienta para cultivar el bienestar físico, mental, intelectual y espiritual: afecta al ser humano en todo su ser y ayuda a llevar la consciencia desde la superficie de la piel hasta el fondo del alma, siendo nuestro propio cuerpo el único instrumento realmente necesario para acceder a este increíble recurso.

– Algunos efectos comunes del YOGA@WORK –

DESPERTAR

Por la mañana, sacudir las telarañas de la noche para empezar el día laboral con energía;

Al final del día, compensar los efectos, por ejemplo, de muchas horas delante del ordenador aligerando el pecho, estirando la columna, aumentando la vitalidad y soltando las tensiones musculares generadas por el estrés y la mala postura.

CENTRARSE

Por la mañana, tomarse un momento para entrar en un estado de consciencia más elevado antes de emprender cualquier acción o de tomar cualquier decisión;

Por la tarde, despejar la mente de eventuales pensamientos o preocupaciones residuas, antes de transitar de nuevo a la esfera privada;

A todas horas, cambiar de perspectiva, desbloquear las ideas estancadas, abrirse a la inspiración desde la calma.

CONFIAR

Algo sencillo como ir a una clase de yoga entre semanas constituye un pequeño reto cumplido que nos da un chute de autoestima, junto con la práctica de posturas específicas que favorezcan una activación de los centros relacionados con el poder personal, la firme determinación, el auto-control, la confianza y la acción.

SOLTAR

Trabajar la consciencia corporal ayuda también a notar las tensiones innecesarias en el cuerpo y a aprender a soltarlas. Hay músculos que se contraen automáticamente por el miedo o por la ansiedad. Dichas contracciones pueden quedar como patrones físicos dañinos para los órganos y el sistema nervioso, a su vez enviando mensajes de “alerta” al cerebro, que responde generando aún más tensión a través de la producción de hormonas y toxinas. Al trabajar la actitud mental de soltar, empezamos por lo burdo (el cuerpo) y nos movemos hacía lo sutil, sacudiendo también nuestros bloqueos emocionales y los antiguos esquemas mentales, y así llevamos el cuerpo-mente a un estado de equilibrio beneficioso a todos los niveles.

GOZAR

Aprovechar la sensación de bienestar físico y emocional que provee cualquier práctica física dándonos el tiempo de integrar y asimilar los efectos en las posturas restaurativas durante y al final de la sesión. Todas las posturas que estiran la columna y abren el pecho favorecen de rebote una actitud mental de abertura y optimismo, y en la práctica a cada esfuerzo se sucede un momento de reconocimiento, reconciliación y disfrute, lo que estimula la confianza.

En las posturas de relajación, guiamos la mente a un estado de calma y de atención plena, que resulta aún más beneficioso y regenerador que una “siesta”.

CUIDARSE

Acelerar el latido, mover el esqueleto, flexibilizar el cuerpo, fortalecer los músculos. Los beneficios físicos de la práctica de Asana son innumerables y mejoran el estado general del organismo a corto y a largo plazo. Sentirnos a gusto en el cuerpo que encarnamos cuidando de él, ayuda a que podamos sacar al máximo nuestro potencial y ofrecer al mundo la mejor versión de nosotros mismos.

EMPATIZAR

En la esterilla nos despojamos temporalmente de nuestra imagen pública, una de las capas superficiales de nuestra identidad, para asomarnos más a lo que llamamos nuestro centro más genuino, nuestra verdadera esencia. Desde este lugar de entendimiento profundo y de unión con los otros seres vivos, nos relacionamos naturalmente con nuestr@s compañer@s de una forma más empática y respetuosa, percibiendo al grupo como un organismo en el que cada elemento coopera y recibe apoyo a la vez, a pesar de las circumstancias.

La palabra Namaste, acompañada por el gesto de unir las palmas de las manos frente al pecho y de inclinar la cabeza en reverencia, significa “Te ofrezco mi respeto”, o de forma más articulada, “Mi esencia, mi verdadero Ser honra tu esencia, tu verdadero Ser”. 

ESTRUCTURA DE UNA SESIÓN DE YOGA@WORK

Cada sesión de Yoga@Work dura 60 minutos e incluye:

– Una fase de calentamiento (10 minutos)

– Algunas secuencias de Asana con un enfoque distinto en cada clase (20 minutos)

– Algunas Asana clave para el propósito del día, profundizadas de forma estática y con un ajuste de calidad por parte de la instructora (15 minutos)

– Un ejercicio de Pranayama (5 minutos)

– Una fase de integración en la que se ofrecen algunas herramientas básicas de meditación (10 minutos)

Si bien la práctica del Yoga abarca a todos los aspectos de la vida (incluyendo por ejemplo el higiene y la alimentación, o el comportamiento no violento y la honestidad) en las sesiones de Yoga@Work exploramos principalmente los siguientes aspectos de la práctica: Asana, Pranayama, Dharana y Dhyana.

– CONTENIDOS –  ASANA – posturas 

Las Asana son instrumentos increíbles para observar tanto las potencialidades como los límites del cuerpo. Algunas Asana llevan al cuerpo a adoptar formas inusuales, y así experimentar la diversidad, el opuesto y hasta lo absurdo, y a entrar en analogía con lo que se está representando. Otras invitan a la atención plena en formas muy familiares a las que no solemos prestar atención. Cada postura es una micro-realidad tan completa como la que vivimos cada día, pero en un marco de seguridad mayor al que estamos acostumbrad@s. Esto nos permite cultivar en plena confianza una u otra cualidad, como por ejemplo la aceptación, la autoestima, la observación ecuánime, que después se podrán extrapolar a la vida cotidiana.

Entre los beneficios físicos que aporta la práctica de Asana podemos mencionar el aumento de la flexibilidad y del tono muscular, el fortalecimiento de los huesos, el aumento del espacio articular y del rango de movimiento, las mejoras en los procesos respiratorios, en la circulación y en el trabajo intestinal, el alivio del dolor, la estimulación del sistema inmunólogico, la relajación…

– CONTENIDOS –  PRANAYAMA – control de la respiración

Al prestar atención a nuestra respiración nos damos cuenta de cómo ésta se modifica, lo que nos permite probar a dirigirla y controlarla. La respiración en la práctica del Yoga es decisiva en su potencial transformativo, ya que sin la respiración adecuada, una práctica de Asana no puede aportar plenamente sus beneficios. El control de la respiración nos lleva de forma natural a un mayor control de nuestra mente, a una mayor concentración y lucidez, gracias a los procesos químicos que el simple hecho de estar atentos genera en nuestros cuerpos.

La palabra sánscrita Prana significa “fuerza vital”, y se refiere entre otras cosas al aliento que traemos al cuerpo en forma de energía, en el acto de respirar. Lo que nos habla de la cualidad sagrada de este proceso semi-automático y nos hace pensar en la atención que le solemos dedicar en el día a día.

– CONTENIDOS – DHARANA Y DHIANA– aprender a meditar

Se trabaja un amplio abanico de prácticas finalizadas a aprender poco a poco a enfocar la mente (Dharana) y alcanzar un estado meditativo (Dhyana).

La mente es un contenedor de sensaciones, pensamientos, ideas. Estamos continuamente recogiendo información, almacenándola, modificándola, fabricando nueva información. Nos identificamos tanto con nuestros pensamientos positivos o negativos, que no podemos observarlos a la distancia, y su presencia constante nos genera estrés. Las prácticas meditativas nos entrenan a enfocar la atención por tiempos prolongados y como consecuencia a calmar las fluctuaciones de la mente y a observar el ruido efímero de pensamientos, sentimientos y sensaciones desde un lugar de ecuanimidad, hasta llegar a percibir nuestra verdadera naturaleza en la misma consciencia testigo. Este proceso nos ayuda a abrazar la realidad tal y como es, conscientes de nuestras capacidades, receptivos a los cambios, soltando lo que no necesitamos, aceptando lo que no es posible cambiar, cambiando lo que sí es posible.

La meditación produce cambios neurológicos que reducen la ansiedad, los comportamientos relacionados con el miedo, la ira, la depresión y las asociaciones negativas; Estimula la atención y las asociaciones positivas; Meditar de forma regular produce un mayor flujo de sangre a la corteza pre-frontal, lo que activa las funciones ejecutivas y la actitud resolutiva; También sube el nivel de algunos neurotransmisores y hormonas con el resultado de estabilizar la mente; Desencadena el crecimiento de nuevas neuronas y genera nuevas conexiones entre neuronas existentes, lo que supone una abertura a la creatividad.

La meditación representa un verdadero bálsamo para el sistema nervioso y un tónico para la mente, a parte de llevarnos a ser mejores personas.

TEMAS PRÁCTICOS

FORMATO CURSO

Se trata de un curso completo de iniciación al Yoga, que permite abarcar los aspectos teóricos como prácticos, seguir al grupo en su evolución y ofrecer atención personalizada a cada participante. Este formato permite resolver las dudas que vayan surgiendo y apreciar los beneficios de la práctica a corto y a largo plazo en el individuo y en el grupo.

– Duración de la sesión: 60 minutos.

  Frecuencia: 1 – 2 o 3 sesiones por semana.

  Duración del curso: 12 sesiones.

– Se trabaja con un máximo de 10 practicantes por sesión.

  Se necesita una sala despejada durante la duración de la sesión, 2 m² por persona aproximadamente.

– El material para 10 practicantes (esterillas, bloques, correas, mantas) será proporcionado por la instructora.

FORMATO TALLER

Se ofrece una panorámica general de lo que es el Yoga y se introducen algunas herramientas sencillas para sacar provecho a los momentos de descanso en el día a día, incluso desde la propia silla de trabajo. Este formato permite apreciar algunos efectos a corto plazo y así motivar a l@s participantes a profundizar más o simplemente a adoptar determinados hábitos que pueden mejorar la calidad de vida en el ámbito laboral.

– Duración del taller: 120 minutos.

– Frecuencia: evento puntual

– Se trabaja con un máximo de 30 practicantes por taller.

  Se necesita una sala despejada durante la duración de la sesión, detalles a concretar.

– Material a concretar en función del número de participantes y de las caracterísitcas del espacio.

NORMAS GENERALES

– L@s practicantes deben acudir al espacio de Yoga@Work sin zapatos y con ropa cómoda.

– Los teléfonos celulares deben estar silenciados o preferiblemente apagados durante la práctica.

– Se aconseja no tomar alimentos durante por lo menos una hora antes de la práctica, y tomar bastante agua una vez terminada la sesión.

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